Quedaron HELADOs
Marcela Moltó Lo miró seriamente, como desconfiando, miró sus naipes y calculó el peso de cada una de sus cartas. Esta mano era suya, debía ganarla. Volvió a mirar a su contrincante y, antes de largar...
View ArticleValores
Adriana Baldessari Me amenazó durante años con que si lo dejaba iba a destruirme con el as de espada que tenía escondido en la manga. Ya lejos de Él descubrí que sólo era un cuatro de copas.
View ArticleMano a mano
Myriam García Zuloaga Todos decían que nadie jugaba tan bien al truco como el Viejo. Rodeaban su mesa solo por el placer de verlo armar sus estrategias y ganar con la estocada final. Cuando perdía, y...
View ArticleBaraja
Sergio Sixtos Tomé la carta del mazo. La miré en secreto (4 de copas). La regresé y la revolvió con el resto, hizo un par de pases mágicos con los dedos y me regresó el mazo: revisé una a una las...
View ArticleAs de espadas
Johan Plosky Todo parecía un juego. En la mesa había cuatro copas y una espada. Cuando quiso tomar una copa le cortó la mano, cuando quiso tocar su mano le cortó el brazo. Cuando cayó suplicante al...
View ArticleVarios
Alberto Furlong Engaño - ¿Me llamó, compañero? - A llorar… - Déjeme pasar esta puntita. Anselmo juega el 3 de oros. Quien lo sigue consulta a su compañero. - Hasta ahí, ¿le gusta? - Bueno, algo ayudo....
View ArticleLa espada que se copa
Diego Martín Lanis Jorge Alberto González había ganado las dos últimas olimpíadas de esgrima. Ahora, retirado trataba de mantener su físico algo esmirriado por el paso de los años. Todas las mañanas...
View ArticleResaca
Luciano Doti Me siento como si tuviera el ancho de espada en una partida de Truco. Creo que hoy estoy en condiciones de llevarme el mundo por delante. Falta poco para que la vea a ella. Pero esta vez...
View ArticleDiálogo en el trabajo
Yanina Carrieri 4: Dejá de hacerte el importante…Sos re cortante y encima te creés tan grosso como esos del gimnasio porque los que te respetan te llaman “ancho”. ¿Quién te pensás que sos? ¿Todo esto...
View ArticleEl engaño
Jorge Emanuel Olguin -Te amo. -¡Yo te amo más!. -Quiero retruco -Emm no quiero. (Con una risa burlona dejo caer un cuatro de copas, y en menos de un minuto me engaño dos veces)
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